15 de mayo de 2013

¡Date prisa, que vienen visitas!



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Un llamamiento a modo de corneta matutina que todos hemos oído alguna vez y que, especialmente cuando éramos pequeños, llegaba a incordiarnos de forma especial. Quizás, pensabas que debiera ser la visita quien se adaptará a tu casa y no al revés pero llegabas a olvidarlo y colaborabas en todo si a quien debías recibir era de tu agrado o si pensabas que ibas a sacar algún beneficio. Es más, diría que hasta te esmerabas para dar la mejor impresión y, con suerte, recibir algún regalito.

Fuente imagen: 2.bp.blogspot
Ante la presencia de “las visitas” a tu casa se plantea si debes incluso cambiarte de ropa si, por ejemplo, te coge en pijama o “ropa de estar en casa” (siempre me ha llamado la atención este término). Ahí, concretamente, cuentan varios factores tales como la importancia que tiene para ti la persona en cuestión, el grado de confianza que mantienes con ella, con quien vivas en casa y, por supuesto, la hora que sea.


Convencido de que, no sólo has invitado y te han invitado en infinidad de ocasiones, sino que seguirás y seguirán haciéndolo, no deja de ser meridianamente cierto que el hecho de tener la casa “bien” cuenta y mucho si decides dar esa buena impresión que deseas. Si esto es así y te gustan el Universo 2.0 la cosa puede convertirse en una obsesión porque nunca tienes suficiente y siempre puedes mejorar…


No conozco a ningún bloguero, propietario de una web o, sencillamente, un adepto a las redes sociales que no se preocupe de mantener su espacio “bien”, máxime cuando el mundo profesional parece que, por fin, empieza a girar en torno a él. Es por eso que, a estas alturas, ese “bien” no sea suficiente si deseas crear o afianzar tu marca personal (que, dicho sea de paso, todos tenemos aunque unos la desarrollan y cuidan más que otros).


Hay determinados aspectos que debes cuidar –y mucho- si deseas tener tu espacio y ser reconocido en tu entorno 2.0. Ten en cuenta que tus visitas no volverán a ir de nuevo a tu casa si no les ha gustado lo que han visto en ella. Es por eso que me gustaría plantearte que "construyas tu casa" en la red sobre siete pilares básicos para ser el perfecto anfitrión:


1º. Marca personal.
     Del mismo modo que eliges la decoración de tu casa, la disposición de las habitaciones e incluso el barrio, debes hacer lo mismo con tu sitio definiendo colores, fotos, logos, tipografía, etc, que hagan que puedas ser reconocido ante el resto de los usuarios. Definir tu propio estilo te hará más fácil la valoración de los que han decidido visitarte.


2º. Presentación.
     Cuando llegan visitas a tu casa y no las conoces, lo primero que haces es recibirlas bien ataviado y presentarte; pues bien, en la web no vas a ser menos y, sin duda, deberás dar un espacio suficiente a decir quién eres y, si fuera el caso, cuáles son tus metas u objetivos. No está de más tener una sección de “Sobre mí” o similar con alguna foto o imagen que te muestre tal como eres del mismo modo que es habitual encontrar retratos sobre las mesas y consolas o colgados en la pared.


3º. Localización.
     Difícilmente vas a recibir las visitas que te gustaría si el acceso a tu sitio es complicado o difícil de encontrar (se me viene a la cabeza la persona mayor inmóvil ante una aterradora escalera de escalones traicioneros o el repartidor de butano subiendo a un quinto piso sin ascensor). Facilitar este aspecto ayuda a cubrir gran parte de tus expectativas más básicas. Sé visible y posiciónate de forma que seas accesible al resto de los que potencialmente pueden compartir la red contigo.


4º. Socialización.
     El ser humano, por definición, es un ser sociable y eso, además de decirlo, debes demostrarlo. Recuerda que, aunque tengas la casa más bonita, si no te conviertes en el ser social que eres y te relacionas con el resto, todo lo que hagas va a ser en vano. Quedó atrás el mundo 1.0 en la que no había posibilidad de completar conversaciones, aunque fueran virtuales, y los sitios web funcionaban como meros escaparates. 


5º. Contactable.
     Término acuñado para ocasión, viene a definir la facilidad que das a los demás para reportar feedback a tus aportaciones en la red. Un espacio 2.0 precisa de interrelación constante y fluida, por lo que debes facilitar la posibilidad de hacer comentarios o, simplemente, entrelazar emails. Es importante que incluyas iconos de seguimiento: te ayudarán a valorar tus contenidos y exigirte mayor compromiso cuando escribes o compartes otros ajenos.


6º. Generoso.
     Si eres buen anfitrión en casa, ¿por qué no harás lo mismo con las visitas a tu sitio en la red?. Ofrece de forma incondicional tus mejores contenidos, derrocha creatividad y, sobre todo, hazlo con la mayor sinceridad. Comparte, pues, todo lo que está a tu alcance y consideres que gustará a los demás, sin recelo. Quién reciba tu hospitalidad virtual se convertirá en tu amigo y su apoyo será fundamental para revalorizar tu propia marca personal.


7º. Amabilidad.
     La educación es una norma básica de comportamiento que debe acentuarse en la red y que, al igual que en tu día a día, te abre y cierra puertas. Contestar a los comentarios, menciones y recomendaciones del resto de usuarios, mantener un cierto grado de complicidad con ellos y resultar cercano te hará ganar presencia y reconocimiento. Ser humano es bueno.


Unas normas muy básicas pero muy necesarias porque ser sociable y comprometido en la red tiene su recompensa. A nivel personal, reconforta y aporta un placentero estado de autorrealización que te eleva el nivel de autoexigencia a medida que pasan los días. En lo profesional, si actualmente estás trabajando, ayuda a potenciar tu esfuerzo en el trabajo y a dar difusión del mismo; si estás en desempleo, los beneficios son mucho mayores (recomiendo ver el Decálogo del parado inquieto).
Fuente imagen: formacionprofesionales


No hay mejor escaparate para un desempleado que internet. Es el mejor sitio para –si es tu caso- darte a conocer, para mostrar tus mejores cualidades y tus muchas virtudes (ojo, no bajes la guardia, también puede mostrar tus debilidades y tus defectos), es un compendio de propósitos y oportunidades que debes aprender a manejar si deseas hacerte sitio en el mundo laboral actual. Hoy día, los recruiters y empresas, no sólo se apoyan en internet para facilitar su trabajo, sino que utilizan las redes para conocer aspectos del candidato que no aparecen en un CV.


Para terminar, no olvides que hay dos cosas que nunca debes infravalorar: la red y tú. Con la primera llegarás a posicionarte; con la segunda, conseguirás ser más feliz.


¡Qué vienen visitas!

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