7 de enero de 2014

El empleo y Peter Pan



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Por suerte o por desgracia, para muchos la vida gira en torno al dinero y, en ocasiones, dejan escaso margen para las personas y, menos aún, para… Siempre se ha dicho que el dinero llama al dinero pero no es menos cierto que hay determinadas fechas por las que éste se siente atraído: los períodos de rebajas, días del padre o de la madre, de San Valentín y, por supuesto, las Navidades donde sus estrellas son Santa Claus y/o los Reyes Magos.


Pero quizás tú seas de esos para los que, por ejemplo, los Reyes Magos sea un día en el que la ilusión supera lo material, en el que un detalle se convierte en algo mágico, en el que un sueño se convierte en un regalo.

Fuentes imagen: Fraternitat de Baix, semana_ec, taringa y polyvore 


Te diré algo categórico: “Sin ilusión no serás capaz de hacer girar tu mundo”. Pero, ¿acaso podemos medir la ilusión?. ¿Y se puede utilizar este término en el mundo laboral?. Pues no es más complejo que tu propia vida (vale, quizás pienses que eso es demasiado), pero piensa que ya la estás llevando adelante con tu esfuerzo y esto no será nada que se te pueda resistir.



El mundo real, del empleo y la empresa, al igual que en cualquier otro de ficción, tiene sus propios personajes que se limitan, básicamente, a candidato o empleado, reclutador, jefe y empresa, como bien sabes. Todo ello ante su particular escenario.


Sin embargo, si hablamos de temas como este, parece que se pierde esa magia, esa ilusión contenida y se rompen los sueños. ¿Te atreves a jugar a ser ilusionista?. O mejor aún… ¿Te atreves a ser Peter Pan?. Yo soy capaz, y tú también, no te quepa la menor duda.


Imaginemos, pues, cómo serían estos personajes en ese otro mundo:


Del candidato y el empleado… Puedo ver a una persona confiada, con talento aún sin descubrir, con un potencial humano y en constante formación. ¿Lo ves?. No hay mentiras ni promesas perdidas, sólo hechos y éxitos medidos (guiño para aquéllos que aún no saben que no se debe mentir en el CV y, sobre todo, para los empleados que no dan el 100%  de sí mismos). Personas que buscan experiencias en la vida y dispuestas a demostrar cuánto valen a través de su trabajo, personas con las que poder contar ante situaciones difíciles, personas responsables y motivadas en las que poder confiar y rebosantes de optimismo.


Fuente imagen: emype
Del recruiter… Sí, aquél, equilibrado y consecuente, que no es capaz de rechazar a alguien sin antes dar el beneficio de la duda, el mismo que consigue mirarse a sí mismo en el rostro de los candidatos y pensar que podían estar ocupando su lugar (nuevo guiño para los que no son capaces de descubrir a las personas y han olvidado dónde dejaron la consideración y el respeto). ¿Lo ves?. Es justo y ponderado, es observador y considerado, puede leer entre líneas y consigue que el aspirante muestre lo mejor de sí mismo.


Del jefe… Atisbo a ver a una persona que sabe unir y hacer que le sigan, que hace imperar la cordialidad y premia la proactividad, ese mismo que aprovecha cualquier oportunidad para aprovechar el talento de cada miembro de su equipo y se crece ante las dificultades (guiño especial para aquéllos para los que se hunden en su propia miseria y arrastran a los demás con él, a esos que no saben motivar, que no admiten otro criterio más que el suyo porque sufren “disfunción gerentil”). Yo lo veo, ¿lo ves tú?. Es un líder, un motivador nato que inspira confianza, que se rige por un principio de equidad y su mejor etiqueta son sus  propias decisiones. 


De la empresa… Justo puedo ver un lugar para desarrollarse, para crecer, para incentivar la superación a través de la promoción y, por qué no, para aprender; esa que hace cumplir las normas, que exige pero también se entrega asegurando la dignidad de su trabajador en todos sus sentidos. ¿Te cuesta verlo?. Seguro que lo ves… Es esa que, particularmente, se preocupa de sentar las bases del respeto, de la relación laboral justa desde el reclutamiento equitativo, de la política de premios por méritos y sabe que el motor que genera su riqueza no es otro que sus empleados (último guiño para aquéllas deshumanizadas que abusan de los candidatos, que explotan a su personal y que no valoran cualquier camino hacia la innovación, que dudan sobre la relevancia de la formación de sus recursos humanos y, a lo peor, desconocen que su recurso más valioso, precisamente, es humano). Es una empresa con un ambiente de trabajo adecuado, propicio para la valoración de habilidades y el desarrollo de competencias donde todas ellas se presentan y generan oportunidades de negocio en pro de un objetivo común, con una estructura jerarquizada horizontalmente hacia la creatividad y la innovación.


¿Reconoces a los personajes?. ¿Eres capaz de verlos?. Tanto si eres de los que los llegan a ver como de los que no consiguen ni siquiera imaginarlos, te diré que el único que puede convertir este mundo perfecto, casi idílico y virtual, en un mundo real eres tú… Desde tu esfuerzo, desde la convicción de que todo es posible (y, si no es así, todo tiene solución) desde tu determinación al cambio, desde tu capacidad de adaptación y, especialmente, desde la ilusión.


Hazte Peter Pan, porque todo puede mejorar, sueña con ello y piensa que sin sueños tu vida carece de sentido. Pelea por tu mundo, da pasos adelante y, si pisas en falso, vuelve a intentarlo con más fuerza, siéntete invencible, capaz de alcanzar lo que te propongas. Cree en las personas pero, sobre todo, cree en ti mismo.


Y ahora, olvídate de mis guiños. ¿Aún tienes ilusión por ir a trabajar, por tu trabajo en sí, por aprender, por superarte, ilusión por hacer tu empresa mejor…?. 


¿La tienes?. Pues adelante.

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