21 de noviembre de 2014

MODERATOR: el rastreador de empleos

D
De todos es sabido que la relación entre los recruiters y los candidatos es, ciertamente, agridulce en algunos casos. De igual manera, puede ocurrir -y ocurre- con los responsables de los recursos humanos de las empresas y sus empleados. No sólo no surge sintonía sino que, en ocasiones, se llegan a cruzar miradas que matan, palabras que desatan y acciones que rematan.

Esto se puede evitar y, desde el punto de vista del “Moderator”, no sólo se puede sino que “se debe”: en bien de la candidatura y sus posibilidades en cada fase del proceso; en bien de la marcha de la empresa y de la consecución de sus objetivos marcados.



Moderator pregunta a ambos sobre las virtudes y defectos del otro y… ¡Vaya!. Pocos son los que hablan bien entre ellos y defienden su forma de ser y actuar en el proceso de selección o en el seno de la empresa, respectivamente.

Ante esta tesitura, no hay más remedio que sacar los “trapos sucios a lavar” y surgen entonces las diferencias, los inconvenientes y se recrimina, por una parte:

El recruiter reitera que en muchos casos los CV no se corresponden con la realidad, que están “engordados”, que algunos candidatos pretenden entrar a formar parte de empresas con perfiles que no corresponden a lo requerido por sus clientes, las empresas. Del mismo modo, hace hincapié en que lo que ellos ponen en sus perfiles sociales no coincide con lo que acompañan en su candidatura y que, además, la imagen que proyectan en los mismos, no es apropiada, en algunos casos, para invitar a decidir en su favor a la hora de cubrir el puesto que se convoca.

Por otra parte, y no falto de razón, el candidato reclama mayor información al reclutador durante el proceso: echa en falta desde una llamada o un simple email confirmándo que ha sido incluido en el mismo como una comunicación, automática o no, por parte de la consultora en caso de ser eliminado del proceso en cuestión. También denuncian –quizás no sea el término más adecuado- la actitud y la falta de humanidad de la mayoría al frivolizar con ciertas cuestiones (apunta el candidato que su situación de desempleo no es, en ningún caso, voluntaria y lo considera poco más que “una desgracia personal”). Para terminar, piden más transparencia en el proceso y, sobre todo, en la entrevista.

No son cuestiones para pasar por alto y en mi opinión, aún menos, para frivolizar…

Sigamos:

En cuanto al segundo grupo, ya dentro de las empresas, sucede en estos términos:

Raramente el empleado habla bien del trato personal de su empresa y, particularmente, del departamento de recursos humanos y su responsable. Acusan una deshumanización de las personas hasta el punto de sentirse “meros números” dentro de su propia empresa. La mayoría asume que sus intereses no están defendidos desde el propio departamento sino que son un instrumento de la gerencia y los propios empresarios.

Noto gran escepticismo en ellos cuando hablan de las posibilidades de crecer en su empresa… Resulta decepcionante pero… Sigamos, sigamos. Por parte del departamento de recursos humanos se tienen dos visiones distintas según el nivel a desempeñar dentro del mismo: así, el personal base, puramente administrativo, apoyan al resto de empleados y entienden/comprenden sus demandas y formas de pensar en la mayoría de los casos. Sin embargo, el responsable del departamento, denota cierto sentimiento adverso e invita a pensar que los empleados que protestan son, por norma general, los más conflictivos, los que no cumplen con sus objetivos y pueden llegar a ser “tóxicos” –no me gusta este término cuando se habla de personas- dentro de la empresa propiciando malas prácticas o mal ambiente de trabajo.

Pues, no sé qué te parecerá a ti, pero esto no es nada alentador si queremos progresar en la consecución de un empleo a través de un proceso de selección ante un recruiter o hacer carrera dentro de una empresa.

Yo que tú, me convertía ahora mismo en moderador de tanta discordia y ponía orden entre todas las partes. No sólo merece la pena sino que es absolutamente necesario. A unos y a otros, con un criterio ecuánime y una distribución de razón acorde a las circunstancias. Sólo de esa forma, no sólo no se pierden empleos, sino que también se encuentran.

¡Vamos, “Moderator”!



¿Serás capaz de quedarte impasible?


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